Carlos Cardona, Barcelona
Hace mucho tiempo tuve ocasión de tener en mis manos una novela muy especial, que sin duda me marcó y me invitó a la reflexión. Se trataba de ‘León el Africano’, una novela de Amin Maalouf que exploraba a lo largo de sus páginas la confrontación entre el Islam y la Cristiandad y su influencia mutua sobre las personas. Es por ello que cuando me enteré de que estrenaba una nueva novela, decidí agenciármela lo antes posible. Fue en la presentación de esta última obra donde tuve la suerte de conocer al escritor. Fue una tarde inolvidable, en la que todos los presentes aprendimos mucho de un genio de la literatura.
Hace mucho tiempo tuve ocasión de tener en mis manos una novela muy especial, que sin duda me marcó y me invitó a la reflexión. Se trataba de ‘León el Africano’, una novela de Amin Maalouf que exploraba a lo largo de sus páginas la confrontación entre el Islam y la Cristiandad y su influencia mutua sobre las personas. Es por ello que cuando me enteré de que estrenaba una nueva novela, decidí agenciármela lo antes posible. Fue en la presentación de esta última obra donde tuve la suerte de conocer al escritor. Fue una tarde inolvidable, en la que todos los presentes aprendimos mucho de un genio de la literatura.
En ‘Los desorientados’ conocemos a Adam, un profesor que lleva muchos años viviendo exiliado de
su país natal, el Líbano. La inesperada llamada de la mujer de uno de sus
mejores amigos de juventud, en la que le comunica que su amigo se está
muriendo, hace que Adam decida coger un avión y regresar a ese país que nunca
pudo olvidar. Enfrentarse a su pasado y a sus recuerdos, reencontrarse con sus
amigos y conocer qué fue de cada uno de ellos, personas que tomaron caminos muy
diferentes y que reflejan las consecuencias de las elecciones que se van
tomando en cada momento. Así veremos como uno de ellos es una persona próspera,
otro que exilió, uno que se decantó por el integrismo... haciéndonos pensar qué
camino habríamos elegido cada uno de nosotros.
"No estoy seguro de que haya que perdonar a los que se mueren.
Resultaría demasiado sencillo que, en el ocaso de toda vida humana, se pusieran
los contadores a cero; creo que la crueldad y la avidez de unos, que la
comprensión y abnegación de otros se contabilizan como si tal cosa en el capítulo
de pérdidas y ganancias. ¿Así que los asesinos y sus víctimas, los
perseguidores y los perseguidos, iban a ser inocentes por igual a la hora de la
muerte? No para mí, en cualquier caso"
Con un estilo elegante a la vez que sencillo nos adentramos que absorbe
gracias a su narración a dos voces y que invita a una reflexión profunda y
pausada.
"Perdemos la memoria de las palabras, pero no la memoria de las
emociones."
Amor, pasión, amistad, religión, revolución y vida
se unen magistralmente para hacer de “Los desorientados” una novela
intimista llena de matices y sentimientos.
Lo que me dejó un tanto descolocado fue el final, no era lo que me esperaba. Tampoco me convenció la relación a tres bandas por muy consentida que sea.
Lo que me dejó un tanto descolocado fue el final, no era lo que me esperaba. Tampoco me convenció la relación a tres bandas por muy consentida que sea.
Los desorientados es un libro muy interesante que nos permite ver los desastres de la guerra más allá de lo que producen las bombas. Es una mirada agridulce cargada de emotividad pero que esconde grandes verdades, si el lector está atento.
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